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Salvita

Volando al Salvador

¡Bueno! A partir de ahora este blog será el Cuaderno de Bitacora de mi viaje al Salvador ¡Estad atentos a las novedades! Un beso fuerte a los que sigáis mis aventuras.

Cambio de perspectiva

Cambio de perspectiva

http://es.youtube.com/watch?v=sdUUx5FdySs

¿DESCOLOCADOS?

            Imagino que esta bitácora vale tanto para habilidades sociales como para dificultades de aprendizaje, ¡así que no os asustéis que solo escribo una! Siento de antemano ser tan espeso… ya sabéis como suelo escribir… sin embargo seguro sacáis cosas muy bonitas también… ¡tantas como las que he sacado yo de vosotr@s!

 

            Creo que ha quedado bien clarita la lección... Se trata de un cambio de perspectiva, se trata de reactarse de lo obvio, de lanzarse al vacío, vivir el proceso y priorizarlo, sin aferrarnos al producto o resultado que obtengamos de nuestra práctica docente, pues cada producto es fuente experiencial de nuestras interacciones, es auténtico y original. Implícitamente  en este vuelo nos ha acompañado como sombra-modelo Alejandro Iborra, al menos para inferir en él los significados que abstractamente relatan los textos. Nos ha ayudado a agudizar nuestras capacidades ofreciendo un poco de su yo al resto y siendo coherente (desde los postulados teóricos) consigo mismo aprendiendo de nosotros también, evaluando su propia práctica docente, retomando su discurso, su propia narrativa interna.

 

            Y es que… cuando tratamos de respetar al individuo original en su proceso de aprendizaje, cuando queremos ofrecerle las máximas oportunidades para desarrollar su identidad, cuando sabemos además que la clave está en la riqueza plural de nuestro contexto, lo menos que podemos hacer es rendirnos a la voluntad del alumnado, abrirnos ante el paradigma de lo incierto, de la duda, de las preguntas, de los desafíos complejos que hablan sobre el proceso, que profundizan en la propia subjetividad (en aquello que respeta la diferencia y se aproxima a la verdad) bajo la premisa del aprendizaje colaborativo-generativo.

 

            Digo aprendizaje colaborativo-generativo porque aprendemos de nuestras propias vivencias, de nuestras experiencias y de las de los demás a través de dinámicas de aula que invitan al debate, la reflexión y el conflicto. Dinámicas que ponen en tela de juicio el discurso cultural dominante, que exhiben sobre la mesa de operaciones “la vida misma”, para trascender, apropiar o transformar la realidad (ups… me viene a la mente una imagen, un cuadro: "lección de anatomía" de Rembrant ¡es increíble como pensamos!, ¿seré disléxico cuando escribo?). En una sociedad tan estandarizada es necesario romper con lo familiar ¿quién es poseedor del saber?, “solo sé que no sé nada”; siempre he creído: “no eres por lo que sabes sino por tu actitud de desarrollo ante el conocimiento”. El aprendizaje colaborativo generativo no es una cosa que solo se pueda aplicar a las habilidades sociales, es una forma de vida que prioriza la intersubjetividad y apuesta por valores humanos de solidaridad y compromiso social.

 

            Los procesos de enseñanza-aprendizaje desde este paradigma son impredecibles, abiertos, flexibles, no hay nada que se pueda programar “a pies juntillas”; abogamos por una intención, un propósito, solidarizarnos en la comunidad para aprender de ella. Nos movemos en un terreno que raya casi el arte, la libre creación. Es como pintar en un lienzo en blanco impulsado por cada trazo que dibujamos, cada punto del itinerario te marca el camino, te conduce a nuevas fuentes de experimentación. Lo importante es el ejercicio en sí, la capacidad para descentralizar nuestro pensamiento, de ser divergente, de ver el punto de vista de los demás, abstraerse en distintos planos de conocimiento. Son estas, en buena medida, la base del desarrollo de destrezas de pensamiento flexible-creativo, aquellas capaces de adaptarse a cualquier situación, las mal entendidas (a mi juicio) en la actualidad, competencias… pero no profundizaré en ello… ese es otro tema, como dicen algunos “para echar a comer a parte” ¡¡¡Puf!!!

 

            En todo caso, lo que ha quedado bien claro experiencialmente es que, no es lo mismo conceptualizar desde la teoría impuesta que revivir la teoría, convertirse en pequeños investigadores, desarrollar las habilidades metacognitivas necesarias  para indagar en los procesos: que hacemos, por qué lo hacemos, qué hemos aprendido, cómo hemos aprendido…

 

            Vuelvo a retomar la figura de Iborra, no por pelotearle, sino para rescatar la figura, papel o rol del experto. Se trata de dejar que la gente desarrolle el saber desde la propia raíz… a modo de símil… es como si cada alumno fuese una enredadera y el profesor se convirtiera en una valla metálica que ofreciera (en cada agujero) un lugar sólido donde apoyarse, pero que en un momento llega a dejar de ser reconocible (nos apoyamos también sobre las hojas y tallos de los demás, esas enredaderas son las más frondosas y más sanas). Son pistas y ayuda para crecer, alcanzar mejor los rayos del sol y desarrollarnos. En una comunidad de aprendizaje, también se crea incertidumbre, y de esto debe el maestro ser experto, se remueve el saber que ha quedado encharcado en la base de cada planta, se cuestiona, se pone en entredicho “lo que parece lógico”, se trata de colocar, descolocar y recolocar (para ello empleamos los Mcguffins educativos, pero eso lo veremos en la wiki todos ¿verdad?)… ¡vaya lección! pasará a los anales de la historia y ¡vaya cachondeito nos trae la guasa!

 

            Por último… como no sé objetivar más, ahora subjetivizo y me desnudo colocando, descolocando y recolocando de nuevo, creo es una buena forma de dar cierre a HHSS y DA para tratar de aprender de ellas leyendo de las teorías y de las no teorías. Lo que presento a continuación es un poema, elijo el mejor medio, al menos el más potente que me conozco, para comunicar los sentimientos: esto es lo que siento y también lo que aprendo, dado que no puedo aprender sin sentir, ni sentir sin tener algo que aprender. Es un homenaje a aquellos que me rodean…

 

Jugando con mariposas

Jugando con mariposas

Ayer jugué con mariposas y me quemé,

me fundí en el sueño profundo de la metáfora de las palabras que nunca escribí

y advertí el sonido de la orquesta sinfónica a ritmo de las olas

que cesaban en la orilla de mi mente.

Ayer jugué con los sueños y me quemé,

replicando el sonido del mar, que las caracolas guardan tan celosamente,

escupiendo sal de la boca y construyendo cristalinos castillos en el aire

para guardar a los guardianes de las ideas.

Ayer jugué con la mirada y me quemé,

y sobre el regazo de la barca de los que escuchan

acompasé la remada con los parpados

para navegar a través de la impenetrable sombra de la noche.

Ayer jugué con las criaturas de la noche y me quemé,

aprendí a leer las historias en sus miradas

y a responder a los desafíos de quienes de hambre o sed mueren por las palabras,

palabras, siempre palabras.

Ayer jugué a mirarme al ombligo y como torbellino de agua, viento y voz

vi a las criaturas de la noche, vi la barca que nos contenía,

vi los sueños embozados en los castillos de aire, vi los guardianes de la noche con los custodiaban,

vi las mariposas, traté de atraparlas, y me quemé.

Me quemé y fui combustión del fruto de mi lengua, aquella que me hace ser quien soy,

aquella que, reclusa de la infinita comisura de los labios, encierra el secreto que me da la vida y me seca la boca.

¿Cuál es tu pregunta? No me lo preguntes a mí… ¡pregúntaselo a mi lengua!

A todos los que creen en el valor de las palabras, las que compartimos y las que no, las que empleamos para conocernos, conocer a los demás, construir de forma colaborativa proyectos de vida, las que utilizamos para amarnos, transformarnos y crecer.

A la Maestra… la palabra.

Diagnóstico de las dificultades de aprendizaje:

- Una historia de sherlocks y watsons -

            Puedo confesar que quizás me refugio demasiado en lo que mejor académicamente conozco, ¡que le vamos a hacer!, ¡deformación profesional! Pero por favor… ¡no me llamen radical! Trato de hacer todos los esfuerzos para no dejar ningún área en la penumbra. Cuando ocupa las palabras “dificultades” y “aprendizaje” en mi MCP, articulo desde el conocimiento consolidado e inmediatamente me invade en el pensamiento mi espíritu pedagógico, definiendo toda dificultad de aprendizaje, no como un déficit del individuo, sino como un PROBLEMA DE ACCESO AL CURRICULUM. Pienso que tan solo se trata de hacer un cambio del punto de vista y también de responsabilidad: no atendemos al problema, a la dificultad, ya que tratamos de desarrollar las capacidades desde la base de las potencialidades del individuo, independientemente a la posición que ocupen dentro de la curva de la “normalidad”. Se trata de diversificar el curriculum desde los márgenes de flexibilidad que hasta ahora disponemos, o lo que es lo mismo, ATENDER A LA DIVERSIDAD incluyendo a los colectivos que en esta sociedad están claramente desfavorecidos. Como reflexión, sin irnos muy lejos, no hace más de cuarenta años los zurdos eran considerados alumnos con dificultades de aprendizaje, el gesto, el cambio en el punto de vista ha ayudado a estos a superar esas artificiosas barreras en pocos años.

            Sin embargo, aunque mi radicalizada visión en el diagnóstico suele emborronar mi mente con estos argumentos, soy esponja y, si en este país escasea el agua, entonces marcho a Inglaterra y acudo a Shelock Holmes. Si coincide conmigo, pido opinión a Watson y si éste me pelotea, entonces llamo a Poirot, el famoso detective descrito por Agatha Christie. La cuestión es obtener la mayor cantidad de reflexiones acerca del tema, eso enriquece nuestro pensamiento y también refuerza nuestras posibilidades de intervención. Al menos nos hace conscientes desde donde nos movemos y como nos posicionamos ante las dificultades.

            Hemos estado en clase trabajando con test… muy posiblemente, muchos de vosotros anticipéis cual puede ser mi opinión sobre estos… ¡pero se equivocan amig@s! Ni anti, ni pro test, simplemente una herramienta más a servicio de nuestros alumn@s, todo depende del uso que hagamos de la información que estos puedan proporcionarnos. En lo que respecta a esto último, me gustaría finalizar compartiendo mi experiencia del practicum en el EOEP:

             El credo que ellos rezan parte de la fe del conocimiento que es capaz de generar cada eslabón del equipo y a su vez al de otros servicios sociales (¡óptima gestión de los recursos humanos!). Se trata de entender que no existen reflexiones completas, sino parciales, cada cual (servicios sociales, salud, trabajador social, educador social, logopeda, pedagogía terapéutica, tutores…) obtiene datos que inducen preguntas relevantes en relación a los hechos. Si nos cerramos en banda en una interpretación, sesgamos buena parte de la información que puede llevarnos a nuevas hipótesis y formas diferentes de intervención.

            Recuerdo como en el EOEP se reunían en micro-estructuras que denominaban “minis” en la que debatían distintos orientadores en torno a diferentes casos. Es necesario contrastar para hacer más aséptico cada diagnóstico. Si bien la gente implicada en cada caso entramaba una sólida red de reparto de responsabilidades entorno a las formulaciones que se emitían, era necesario dar una vuelta de rosca más: las discrepancias se debatían a través de los hechos y la puesta en marcha de verbalizaciones acerca del análisis que se ha hecho de los datos.

            Como síntesis, me gustaría remarcar la necesidad de desarrollar nuestra profesionalidad, no solo en las aptitudes sino también en las actitudes de humildad, respeto y cautela: seamos conscientes de nuestras propias limitaciones, ¡contemos con los demás!, seamos conscientes de los vacíos de información relevante para poder completarlos y reducir el grado de incertidumbre entorno a la dirección y sentido que debe seguir la intervención en manos de los que sugerimos respuestas globales, no parceladas de las dificultades, sean definidas restringida o globalmente… eso da ig

Iborreizando procesos (HHSS)

            Bueno… en previsión del espíritu con el que se enfoca esta asignatura, que menos que plasmar a nivel metacognitivo sobre esta bitácora los procesos de apropiación de significados que hacen del conocimiento algo genuinamente único y singular. En virtud de la flexibilidad con la que se plasma el contenido de esta materia no puede jugar uno más que a simular ser una especie de artista frente a una especie de masa informe a la que debe dar relieve… veamos cómo la modelamos…

            En primer lugar… el movimiento que mana de la mano de un artista jamás define las habilidades sociales únicamente como una delimitación de significados concretos sino como un conjunto congruente de experiencias que hay que vivenciar para hacer conscientes los procesos internos implícitos que en ellas tienen lugar. En este sentido los ejercicios prácticos que realizamos en clase, esos que parecían una batería reflexiva al puro estilo “sensei de artes marciales de película japonesa” (ya me entendéis, esas películas donde un joven alumno inexperto hace un montón de cosas “raras” a las que debe dar un significado), guardaban un clarísimo mensaje… conocer la intersubjetividad del fenómeno en cuestión, derogar estúpidas definiciones parciales impuestas por otros (llamémoslos expertos), quedarnos con la esencia misma del proceso en cuestión. Las habilidades sociales se ejercitan sobre la base de la racionalización de los mecanismos internos propios y su influencia sobre el medio… no sé… es una primera aproximación… una hipótesis que iré verificando en este largo y cargado cuatrimestre…

            En segundo lugar creo que es conveniente hacer un pequeño análisis de lo que han sido las…

            Impresiones de la práctica:

            Al vivenciar incluimos componentes emocionales, la emoción mueve la conducta y la mantiene. Revivir es abstraerse, aflorar la esencia, como decíamos, del fenómeno en cuestión… Es complicado racionalizar las emociones, más cuando somos inexpertos en unas prácticas a las que nadie nos ha entrenado, sin embargo el hecho de poder llevarlas a cabo enriquece cualitativamente cualquier análisis.

            En retrospectiva en la primera sesión de prácticas pude verme evocando imágenes del pasado para hacer resurgir sentimientos ya pasados, quizás ahora modelados por el tiempo algo menos intensos, que se formulaban a través de un lenguaje gestual o corporal muy encriptado… alguna evidencia tuvo que abrirse camino desde mi mente pues todas los pensamientos fueron captados por mis compañeras, no en su concreción pero si en su globalidad… la cuestión que me planteé en aquel momento fue… ¿Cómo pudieron recoger mi angustia, mi alegría, mi serenidad si en ningún instante verbalicé nada? ¿Qué movimientos intelectuales tuvieron que realizar para poder llegar a conclusiones tan acertadas?

            La segunda sesión supuso un avance… trabajamos con un concepto que alivió en buena medida mi inquietud intelectual con respecto al día anterior: tratamos de “acompasar”, hicimos del aula un laboratorio humano y usamos la “sospecha” como método para desencriptar el lenguaje oculto que subyace del fenómeno en cuestión. Al jugar con el acompasamiento hicimos un esfuerzo mental desde el que vivenciar con todo detalle la conducta del ser humano, me refiero aquella que tan tenemos tan interiorizada y arraigada. Buscamos sintonizar con la persona, entrar en su onda, pero también desacompasar y observar la conducta que generaba el fenómeno en déficit: desorientación, necesidad de reorientarse…

            Como conclusión, creo que hasta ahora lo que considero más interesante de entender, en esta asignatura, es que al traducir los componentes en verbos abrimos fuentes claras de entrenamiento en las habilidades sociales, los verbos son ejecutables y por tanto conducen a la acción y a la interiorización de sus significados. ¡Sigamos descubriendo verbos e inventemos el modo en el que hacerlos reaccionar para comprender las fórmulas más efectivas de relación  humana!

            ¡Avante a toda máquina!